
Con el precio de la gasolina en aumento y la conciencia ecológica creciendo, muchos conductores consideran convertir sus autos de gasolina a Gas Natural Vehicular (GNV). Sin embargo, persiste la duda: ¿es malo para el motor? ¿Se trata de un mito o una realidad? En este artículo, exploramos esta tendencia en 2025, desmontando prejuicios y revelando hechos con base en expertos y datos recientes.
¿Qué es el GNV y por qué está en auge?
El GNV, o Gas Natural Vehicular, es un combustible compuesto principalmente de metano, extraído de yacimientos naturales. A diferencia de la gasolina, se almacena en estado gaseoso a alta presión, lo que requiere tanques más grandes. Según Naturgas, en 2024, el 4% de los vehículos pesados en Colombia ya usa GNV, y en Perú, más de 60,000 autos se convirtieron en 2022, una cifra récord impulsada por subsidios como el Programa Ahorro GNV del FISE.
«Estamos ante un cambio de paradigma. El GNV no solo es más barato, sino que reduce emisiones en un 97% comparado con la gasolina», explica Luis Minaya, mecánico automotriz con 20 años de experiencia en Perú. Pero, ¿qué hay de los rumores sobre daños al motor?
Mito 1: «El GNV daña el motor y las culatas»
Realidad: Este es uno de los mitos más extendidos. Estudios de GNVexpress (2019) y testimonios recientes de talleres como Reinventing en Lima confirman que el GNV no daña las culatas ni el motor si la conversión se realiza correctamente y se usa repuestos de calidad. «El GNV quema más limpio que la gasolina, dejando menos residuos», asegura Minaya. Sin embargo, la clave está en el mantenimiento: revisiones cada 5,000 km y un refrigerante anticorrosivo son esenciales.
Mito 2: «Pierde mucha potencia»
Realidad: Sí hay una leve pérdida, pero no es dramática. Según expertos de DFSK Perú, el GNV reduce la potencia en un 10%, algo casi imperceptible en el día a día. «En salidas rápidas se nota un poco, pero para conducción urbana es negligible», dice César Espinar, ingeniero automotriz. Además, los sistemas bicombustibles permiten alternar con gasolina en rutas largas, manteniendo el rendimiento cuando se necesita.
Ventajas que no puedes ignorar
- Ahorro económico: El GNV cuesta entre USD$0.35 y USD$0.65 por metro cúbico (m³) en países como Perú, frente a USD$1.20-USD$1.50 por litro de gasolina. Esto puede significar un ahorro del 50%-70%, según NeoAuto.
- Sostenibilidad: Reduce emisiones de CO2 y monóxido de carbono, alineándose con normativas ecológicas como Euro 6.
- Subsidios: En Perú, el FISE financia conversiones hasta USD$1,200 sin intereses, amortizables en tres años.
Los riesgos reales: lo que debes saber

No todo es perfecto. Convertir un auto a GNV requiere una inversión inicial de USD$700 a USD$1,000, dependiendo del modelo y la tecnología (3ra o 5ta generación). Además, el tanque ocupa más espacio que el GLP (Gas Licuado de Petróleo), afectando el maletero. «Si no planificas tus rutas cerca de gasineras, podrías quedarte varado», advierte Minaya. En 2025, aunque las estaciones de GNV crecen, aún son menos comunes que las de gasolina.

¿Cómo cuidar un auto convertido a GNV?
Luis Minaya comparte cinco consejos prácticos:
- Cambia el refrigerante cada 20,000 km.
- Realiza el cambio de aceite cada 5,000 km.
- Evita superar los 90 km/h en largos trayectos.
- No fuerces el motor a altas revoluciones.
- Revisa el sistema de gas según las indicaciones del fabricante.
«Lo que ahorras en combustible puedes gastarlo en reparaciones si no lo cuidas bien», sentencia.
Historias reales: Conductores opinan
José Vargas, taxista en Lima, convirtió su Hyundai Accent 2018 a GNV hace dos años. «Ahorro USD$150 al mes y no he tenido problemas graves. Solo tuve que ajustar mi rutina de mantenimiento», cuenta. Por otro lado, María López, conductora particular, dice: «El tanque me quitó espacio, pero el ahorro vale la pena».
Entonces, ¿mito o realidad?
Convertir un auto de gasolina a GNV no es «malo» en sí mismo; los riesgos dependen de la calidad de la conversión y el mantenimiento. Los mitos sobre daños graves al motor se desvanecen con datos técnicos, pero los inconvenientes prácticos, como el tamaño del tanque, son reales. En 2025, con incentivos y una red de suministro en expansión, el GNV se consolida como una opción viable para quienes buscan economía y sostenibilidad.
¿Y tú? ¿Convertirías tu auto a GNV? Déjanos tu opinión y comparte tus dudas.
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